Con gran entusiasmo iniciamos la lunada del Ministerio de la Familia, con la participación de diversas familias de nuestra iglesia, quienes desde el principio pudieron disfrutar de la naturaleza a lado de nuestro Creador.
La despedida de sábado fue muy emotiva y solemne con el sonido de las olas del mar asi como el silbido apacible del viento rosando cada uno de nuestros rostros, con oraciones de gratitud sinceras al Señor.
La convivencia entre los asistentes no se hizo esperar, la cercaniaque existio en estos momentos fue muy fraternal y agradable y entre las diferentes familias formamos una sola, la familia de Cristo.
El momento triste fue cuando comenzamos a levantar el campamento para regresar, pues no queriamos que estos momentos tan agradables se terminaran.
Pero no se preocupen queridos hermanos asistentes y los que no pudieron acompañarnos, esta no sera la ultima actividad asi que no pueden perderse ninguna actividad más del Club Berit, integrate hoy mismo y goza de las maravillosas bendiciones de nuestro Creador en su gran familia.
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