Quisiera compartir con ustedes lo que Dios ha hecho por mí. Si somos fieles a nuestro amado Padre celestial el está dispuesto a ayudarnos, nunca nos abandona, aun cuando nuestra fé sea del tamaño de un grano de mostaza, aún así puede hacer grandes maravillas.Soy una jóven estudiante de la carrera, siempre he asistido a escuelas de gobierno y sí, siempre enfrentamos luchas respecto a los Sábados y viernes por la noche, pruebas con nuestros compañeros de clase, incluso materias en las que se tratan temas que contradicen nuestras creencias, pero si nosotros nos mantenemos de parte de Dios y nos proponemos con su ayuda serle fiel, y no negarle él nos colmará de bendiciones y fuerza para enfrentar toda adversidad.
Quisiera animar a aquellos jóvenes estudiantes en colegios no Adventistas a permanecer fieles y en oración constante, se que no es fácil, he pasado por ello y no digo que mi fe era enorme porque mentiría, aveces sentía que mi fé era mucho más pequeña que un grano de mostaza y pensaba que las cosas en la escuela empeorarían si no asistía el viernes por la noche o si no iba a presentar examen en Sábado, pero le pedía al Señor que me ayudara a crecer en él y a confiar, fueron decisiones aparentemente algo complicadas pues de ello dependía si continuaba estudiando, pero esa fé tan pequeñita en las manos de Dios puede hacer grandes cosas, si nosotros permanecemos firmes y decimos un rotundo no.
Creeme jóven estudiante que tu fé será fortalecida y te sorprenderás, te darás cuenta de lo maravilloso que es el Señor al responder tus oraciones, lo ha hecho conmigo y no dudo que lo haga contigo, profesores que eran tan duros, algunos que se negaban, y otros que ni siquiera daban tiempo de hablar, Dios de alguna u otra manera obró en ellos para que yo pudiera permanecerle fiel, y hubo ocasiones en el que mi fé fue probada hasta el punto de decir que si no me quedaba a la clase no aprobaría la materia, esto me lo dijo un profesor y cabe mencionar que anteriormente ya había hablado con él explicándole la razón del porque no podía quedarme a sus clases los viernes por la noche y había accedido, yo regresé a mi lugar y sentí miedo, no sabía que hacer, era una lucha grande, por mi mente pasaban muchas cosas de qué pasaria si no me quedaba pues mi equipo debi exponer, estuve a punto de quedarme a la clase, pero en mi mente le pedí al Señor que me ayudara a hacer lo correcto, que me de fuerzas, y así lo hizo, guarde mis cosas me puse en pie y me dirigi a mi profesor con respeto y le dije que me tenía que retirar y el me dijo: Si te vas estarás reprobada, me quede parada por un segundo y me fuí, las lagrimas corrieron por mi rostro porque el sueño de toda estudiante es concluir su carrera, ser una profesionista, pero en ese momento dije "Señor será lo que tu desees, si es lo mejor, así será, PREFIERO PERDER UN TÍTULO AQUÍ EN LA TIERRA, A PERDER MI TÍTULO DE VIDA ETERNA.
¿Saben que pasó luego? No me enteré enseguida sino hasta concluir el ciclo escolar,el profe no me reprobó, porque sé que Dios vió mi fidelidad y apesar de que estuve a punto de caer me sostuvo y obró en el profesor y que vió mi desempeño en su materia para no afectarme.
Querido jóven, esta es una de muchas experiencias, en las que nuestra fé se va fortaleciendo, y si logramos permanecer de lado de Dios las pruebas que vienen serán mucho más fáciles porque sabemos que hay un Dios que no nos abandona, pero si no permanecemos y caemos, será mucho más fácil volver a caer y satanás estará feliz de ello, no lo permitas, si te encuentras en este momento en una situación difícil ponlo en las manos de Dios, ora mucho y confía en él, nos prueba porque quiere que seamos como oro refinado, porque llegará un momento en el que tendremos que tomar una decisión de la que dependerá nuestra salvación.
S.A.O.G.
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