La familia ha sido tradicionalmente la comunidad básica en el contexto social y cultural de la humanidad, insustituible y necesaria, que impone en forma indeleble el molde sociocultural y el nivel de salud mental a las generaciones sucesivas.
Las organizaciones encargadas de velar por la salud mental en el mundo han comprobado, con creciente alarma, que la salud mental de la familia, recurso de valor incalculable, se ve amenazada por influencias nefastas y omnipresentes que le están causando un intenso grado de deterioro, que se manifiesta en el comportamiento de todos los miembros de la comunidad familiar. Los casos que se presentan a continuación, tomados de la prensa cotidiana, ejemplifican esta situación lamentable.
CASOS ALARMANTES
Una menor de tres años fue internada en estado de gravedad en una Unidad de Emergencia Infantil, tras haber sufrido el corte de su tabique nasal, la amputación de un dedo del pie derecho y graves quemaduras por cigarrillos, provocados por su padre, quien es buscado por la policía. Según el diagnóstico médico, la menor presenta el síndrome del niño agredido: desnutrición severa, úlceras múltiples causadas por quemaduras, contusiones y heridas.
La noticia de que una mujer con debilidad mental había sido mantenida durante más de 30 años encerrada en un gallinero por sus familiares, estremeció recientemente las fibras más sensibles de la opinión pública.
Este casi particular de violencia contra la mujer es apenas uno de los miles de casos de mujeres que son golpeadas, violadas, agredidas en sus hogares, vejadas y acosadas sexualmente en sus trabajos y en la vía pública, que ocurren cada día en el continente latinoamericano.
Una encuesta realizada por el Servicio Nacional de la Mujer reveló dramáticas conclusiones. De cada cuatro hogares en uno se golpea a una mujer, y en uno de cada dos, los hijos son maltratados por los padres. un 59% de las mujeres encuestadas reconoció ser víctimas de violencia física y psicológica.
Una publicación de ISIS Internacional, Servicio de Información y comunicación de las Mujeres, que trata de las diversas manifestaciones que asume la violencia en contra de la mujer en Latinoamérica y el Caribe, declara que la mujer es la principal víctima de violencia doméstica. Define a la mujer maltratada como aquella que en su relación de no viazgo, matrimonio o cualquier relación íntima con un hombre, es agredida física y/o verbalmente por su compañero.
También expone la situación de la violencia en el trabajo, manifestada en el asedio sexual y el acoso que sufre la mujer, generalmente de parte de un superior, y que afecta la obtención de un trabajo, la estabilidad en él y las posibilidades de ascenso.
Un asesino despiadado
Un campesino que regresaba a su hogar para desayunar y descansar un poco, encontró muertos a su esposa y sus tres hijos de 8,5 y 3 años de edad. La policía detuvo al asesino, que vivía en el vecindario, quien confesó que había dado muerte con un hacha a la madre y sus hijos. Los vecinos calificaron al homicida como hombre violento al que todos temían, y pidieron la pena de muerte para él, dada la brutalidad de los hechos.
Suicidios en parejas
Dos amigas estudiantes, Ana, de 19 años y Sandra, de 20, se suicidaron juntas ingiriendo veneno. Una de ellas estaba embarazada y la otra tenía problemas familiares que no pudieron ser establecidos con claridad. En otro lugar, Claudia, de 19 años y Daniela, de 18 -estudiantes universitarias amigas-, agobiadas por una tristeza y una depresión incontrolables, causaron una profunda impresión en la opinión pública de su país, y del mundo, al lanzarse al vacío desde el séptimo piso de un elegante edificio de un barrio alto latinoamericano.
Estrangulación y suicidio
Una mujer de 45 años, culta y de buena posición, dió muerte a su hija de 8 años estrangulándola con un cinturón, y luego ella se ahorcó con una soga. Vivía sola con su hija. Se cree que lo hizo como resultado de una frustración sentimental.
Un dramático caso familiar que dejó a un pequeño con secuelas graves en su sistema nervioso tiene indignada a la población de cierto lugar. El pequeño Víctor, de un año y cinco meses de edad, fue internado en el Hospital Regional. Al momento de ingresar al centro asistencial, la familia aseguró que el niño se había caído de una escalera. Sin embargo, los médicos descubrieron en la sangre de Víctor un elevado nivel de alcohol. Al interrogar a la madre, de 18 años, ésta reconoció que desde hacía tiempo le daba al niño bebidas alcohólicas para que no la molestara.
Una funcionaria del Servicio Nacional de Menores dijo que Víctor ya no podría desarrollar sus habilidades psicomotoras como un niño normal, debido al deterioro cerebral provocado por el alcohol.
Añadamos a esto los casos de incesto o relaciones carnales ilícitas entre parientes; de alcoholismo, drogadicción, neurosis, fobias y complejos, y tendremos un panorama general de las anormalidades que afectan la salud mental de la familia.
Sin lugar a dudas, vivimos tiempos difíciles, cargados de extrema violencia. Esta se manifiesta en diferentes actitudes que indirectamente y a la postre, influyen en el comportamiento, convirtiendo a los individuos en personas carentes de control de sí mismas.
La Familia y la Salud Mental, Sergio V. Collins.