Es asombrosa la velocidad y el empeño que ponemos al realizar alguna actividad en el trabajo o en la escuela, la sensacion de desesperacion que embarga nuestro cuerpo es increible, con tal de terminar o de cumplir con la tarea o el trabajo que nos han pedido, somos capaces de hacer casi cualquier cosa con tal de tener las cosas a tiempo y de la mejor manera.
Pero la realidad es otra cuando se trata de realizar la tarea mas importante que nos ha encomendado el Rey de reyes y Señor de señores, anunciar a otros las buenas nuevas de salvacíon y no solamente para anunciarlas incluso para escuchar esas buenas noticias. Preferimos dejarlo para despues, para cuando nuestra agenda nos lo permita y no priorizamos las cosas que verdaderamente valen la pena, no estamos dispuestos a tomar ese maravilloso regalo que Jesus nos ha dejado y no lo valoramos aun cuando de ello depende nuestra salvacion.
No perdamos el tiempo en cosas que solamente buscan el placer o el "exito pasajero" mejor dediquemos nuestras fuerzas, energias y talentos en lo que tiene resultados eternos, recuerda darle el lugar que corresponde a tu trabajo, a tus estudios, a tu familia y sobre todo a Dios.
Exito y feliz dia.