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Iglesia Adventista del Séptimo Día - Leona Vicario - Distrito de Chetumal 3

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6 de junio de 2010

¿Sabes amar?

Es una pregunta que podriamos hacernos al llegar a una etapa de nuestra vida, muchas personas realmente no conocen el verdadero significado ni lo que conlleva el amor/el amar. Es triste ver como corazones son rotos, heridos, lastimados por no saber el verdadero significado de esto.

No soy una experta en el tema, ni tampoco tengo muchisima experiencia pues soy una jóven que apenas comienza a vivir y comprender el verdadero significado del amor, y deseo compartir contigo desde mi perspectiva y según lo que he leído y lo que Dios me ha enseñado por experiencia propia, lo que puedo persivir, sentir y ver con respecto a esto.


Antes que todo, nosotros somos seres imperfectos, llenos de egoísmo, nuestra naturaleza es pecaminosa y por lo general deseamos nuestro bien sin pensar en el prójimo. Debemos reconocer lo que somos, y que por nosotros mismos no podemos lograr nada, somos débiles pero en Cristo podemos ser fuertes.


Así que debemos empezar por aceptarnos tal y como somos y reconocer lo que somos y que solamente con el poder de Cristo podemos cambiar. Dios es amor y es la fuente de ello, Así que por nosotros mismos no podemos llegar a amar genuinamente, pero aceptando a aquel que es la fuente de vida y amor, a Jesucristo en nuestros corazones, sinceramente y le pedimos que quite lo malo en nosotros, que nos limpie y more en nuestras vidas, él pondrá en nosotros el verdadero amor, el amor que menciona la guía máxima de vida, La Palabra de nuestro Dios en 1 Corintios 13:4-8 RV1960 que dice: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza en la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser..."


Si dejamos que Cristo llene nuestras vida y corazón, el pondrá en nosotros ese amor tan hermoso que nos maravillaremos y nos daremos cuenta que ese amor no proviene de nosotros sino que es don de Dios. Te sorprenderás en gran manera cuan bello y maravilloso es el amor que Cristo puede poner en tu corazón, y corroborarás lo que su Palabra dice al respecto. Desearás hacer el bien aún a los que buscan tu mal, las cosas no te afectarán profundamente pues sabrás que Jesús está ahí para abrir puertas que nadie puede abrir.


Al tener este amor en tu vida, sentirás el deseo y la necesidad de permanecer cerca de la fuente de vida, nacerá en ti el deseo de seguir sus instrucciones y crecerás cada día en Él, tus días serán diferentes, llenos de alegría, optimismo y esperanza, vengan pruebas o desdén te mantendrás con los ojos fijos en él, y su amor llenará el vacío que sólo Cristo sabe que hay en tí.


Y solo así podrás aprender a amar y podrás decir, sé amar porque Cristo está en mi corazón y él ha puesto en mí el amor que siento.


S.A.O.G.

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